EL PUERTO DE LOS NÁUFRAGOS. CUARTA ENTREGA.
La ubicación estratégica del puerto de Deseado, sus condiciones naturales, de calidad multipropósito, la preponderante actividad pesquera, apto para buques mercantes, portacontenedores, cruceros turísticos, pesqueros (entre otros) lo convierte en el puerto más importante de la provincia y destacado en la región. Es de uso público, de propiedad de la provincia de Santa Cruz. Administrado y explotado por la Unidad Ejecutora Portuaria de Santa Cruz (UNEPOSC). Este puerto natural fue utilizado por navegantes de diversas nacionalidades desde mediados del siglo XVI. Magallanes, Thomas Cavendish, Narborough, Drake, Fitz Roy acompañado del joven naturalista Charles Darwin, entre otros.
La formación más extraña es la gran piedra en forma de “Y” que se encuentra sobre la orilla del estuario frente al puerto pesquero. El corsario británico Tomás Cavendish, quien en 1586 bautizó el puerto natural “Port Desire” (por su nave capitana, la HMS Desire), le dio a esta roca el nombre de Tower Rock (Piedra Torre), pero se conoce localmente como Piedra Toba. Su ubicación en terreno plano cerca de la desembocadura ayuda a los navegantes a orientarse; tanto los que se acercan desde el norte como los que proceden desde el sur saben que tienen que mantenerla a su izquierda al entrar al puerto. Referido a este importante navegante, podemos nombrar otro circuito histórico auto guiado nombrado “El Derrotero del Corsario”, este es un circuito que cuenta el vínculo importante que tiene Thomas Cavendish desde 1586 con Puerto Deseado, dicho circuito cuenta con 6 carteles que refieren a distintas observaciones de la época.
En las profundidades de nuestra ría Deseado, fondearon distintas naves a lo largo de los tiempos. Las fuertes corrientes y los numerosos bajos rocosos de la ría, o errores cometidos por la tripulación, hicieron que hoy sus restos forman parte del paisaje submarino de Puerto Deseado. Uno de estos barcos es el navío holandés Hoorn, de la expedición de los holandeses Schouten y Le Maire. Durante una escala en la ría Deseado, en el año 1615, el Hoorn se incendió y quedó inutilizado. Esta expedición adquirió trascendencia mundial porque fue la primera que cruzó al Pacífico por el Cabo de Hornos. En 1770 naufragó en estas aguas la corbeta de guerra inglesa Swift, que formaba parte de la escuadra británica apostada en aquel momento en las Islas Malvinas. Mientras realizaba un viaje de exploración en condiciones meteorológicas adversas, se hundió luego de varar en una roca oculta por la marea, a poco de internarse en la ría. En 1887 tuvo lugar el naufragio del vapor Magallanes al embestir una roca cuando ingresaba en la ría. Este transporte de la Armada Argentina llevaba mercaderías y pasajeros para diversos puertos australes. Su pérdida tuvo un impacto considerable desde el punto de vista económico y logístico sobre las incipientes colonias patagónicas.
Estos tres naufragios constituyen hitos importantes en la historia marítima de Puerto Deseado, pero además han sido objeto de investigaciones de arqueología subacuática pioneras en nuestro país. La búsqueda y descubrimiento de los restos de la corbeta Swift, que realizó un grupo de estudiantes del secundario y vecinos de Puerto Deseado en el año 1982, dio lugar al nacimiento de esta disciplina científica en la Argentina. Las investigaciones conducidas por arqueólogos en estos naufragios incluyeron prospecciones, relevamientos, excavaciones y rescates. Y esto permitió conocer la vida a bordo y su contexto de una historia de antaño que duerme bajo el mar. El Museo Municipal Mario Brozoski, un museo único en su tipo, con una notable exhibición dedicada al hallazgo y la investigación de la corbeta Swift, custodia estos restos y lo está esperando para navegar en esta parte de la historia. Esta serie de hallazgos e investigaciones posicionan a Puerto Deseado como la cuna de la arqueología subacuática en nuestro país, sumando un atractivo más para que su visita sea aún más increíble.