CAMPO DE HIELO PATAGONICO AUSTRAL: UN PUNTO ESTRATÉGICO Y VITAL PARA EL FUTURO ARGENTINO.

Segunda Parte

Durante el siglo XX, el Campo de Hielo Patagónico Austral fue escenario de un litigio entre nuestro país y la República de Chile que se extendió entre el Cerro Fitz Roy y el Daudet. Se trata del campo de hielo patagónico meridional, cuyo límite fue acordado a fines del siglo XIX (Tratado de límites de 1881) y convalidado por el Laudo inglés de 1902, pero nunca había sido demarcado. Esto llevó a Chile a formular nuevas exigencias y surgió la propuesta de la "línea poligonal", en los acuerdos bilaterales de 1991.
La Década del 90 trajo consigo los avances más significativos de este proceso, ya que en Santiago (de Chile), el presidente chileno Patricio Aylwin y el presidente argentino Carlos Saúl Menem, suscribieron un acuerdo en donde una Comisión Mixta Latinoamericana sería la encargada de solucionar este tema, basándose en los tratados anteriores. Fue así cómo se logró esclarecer y definir 22 puntos de los 24, quedando pendiente las secciones A y B de los Campos de Hielo Austral.
Tras su reelección, el presidente Menem y Eduardo Frei Montalva (Presidente de Chile), firmaron un acuerdo que estipulaba lo siguiente :


“Las Partes encomiendan a la Comisión Mixta de Límites Chile-Argentina la realización del levantamiento a fin de confeccionar conjuntamente la carta a escala 1:50.000.” y que, “Dicho levantamiento cartográfico en la mencionada escala constituirá un requisito imprescindible para llevar a cabo la demarcación en el terreno”.

El Tratado de Límites en la zona del Campo de Hielo Sur, conocido como el "Tratado de la Poligonal", fue sometido a la consideración de los parlamentos de ambos países. Ninguno de ellos hubo aprobó esta propuesta. Las críticas en ambos países se hicieron escuchar, no solo por parte de organismos gubernamentales, sino también de organizaciones civiles y sociales creadas a tal efecto. Estas últimas tuvieron un gran protagonismo en diferentes localidades de la provincia de Santa Cruz, como por ejemplo la Comisión 9 de julio - Soberanía en Río Gallegos puesto que realizaron presentaciones, debates públicos, declaraciones y reclamos a los ministros de gobierno locales y nacionales.
Siempre existieron posiciones divergentes acerca de cómo debía correr esta línea fronteriza entre el los cerros Fitz Roy y Daudet.

La "línea poligonal".

La Argentina sostenía que el límite debía ir desde el Fitz Roy hasta un punto en el cordón Mariano Moreno donde está la divisoria entre las aguas continentales, para luego seguir por la divisoria continental de aguas hasta el denominado Murallón y, de allí, hasta el Daudet. Cabe destacar que esta posición iba de la mano de su tradicional posición orográfica, que sostenía establecer el límite sobre las más altas cumbres. En 1898, el perito Francisco Pascacio Moreno y su par Barros Arana, de Chile ya habían utilizado el principio de divisoria de aguas específicamente para demarcar Lago del Desierto.
En cambio, Chile planteaba, basándose en un criterio histórico, que la línea limítrofe debería unir la cumbre del cerro Fitz Roy con el cordón Adela, pasando por los cerros Torres, Ñato, Grande, Campana, Huemul, Murallón, Bertrand, Oasis, Bolados, Peineta, Mayo y Daudet.
Resumiendo, Argentina sostiene la línea hidrográfica, Chile sostiene la histórica, inclinado más hacia la orográfica.
Esta controversia o desacuerdo obligaba a acordar entre ambas naciones y no dejar pasar el tiempo frente a la importancia estratégica que posee esta región y que lo manifestamos en el anterior posteo.

Demarcar o delimitar...

Pero me pregunto: ¿Hacía falta volver a negociar un nuevo protocolo adicional bilateral sobre puntos limítrofes ya acordados? ¿Había que demarcar o delimitar?. Empecemos diciendo que la delimitación significa establecer un criterio o pauta por donde debe transcurrir la línea de límites. Es decir, se trata de un concepto teórico: la línea limítrofe debe pasar por tal parte. La demarcación es la operación material de determinación concreta por donde pasa el límite. Para que se entienda mejor, delimitar es el acuerdo sobre el límite. Demarcar es colocar los hitos, los mojones; es la operación material.
En aquel momento, algunos especialistas opinaron que demarcar la zona era una utopía. Acaso ¿Se olvidaron de considerar Protocolo relativo a la reposición y colocación de hitos en la frontera argentino-chilena de 1941 que establecía criterios básicos para demarcar la zona? 
Evidentemente, la decisión estaba tomada. La poligonal era una decisión política. El mismo acuerdo firmado el 2 de agosto de 1991 anticipaba que era difícil acceder y demarcar la zona por las rigurosas y especiales condiciones del relieve lo que hacía oneroso y prolongados los estudios y trabajos.
Sin embargo, el Instituto Nacional del Hielo Continental Patagónico (INHCP), organismo científico dedicado al estudio de los glaciares,  informó haber relevado topográficamente en colaboración con el Instituto Geográfico Militar y confeccionado 6 (seis) cartográficas a escala 1:100.000. 
Dicho estudio contradecía lo que planteaba el acuerdo marco. El mismo Director del INHCP Coronel (RE) e Ingeniero Emiliano Huerta fue categórico en afirmar minuciosamente que era posible individualizar las cumbres entre 1500 y 1200 metros de altura que afloran sobre el nivel del campo de hielo. La línea demarcatoria se podía establecer a simple vista conjuntamente con los desplazamientos de glaciares hacia el Océano Pacífico y Océano Atlántico. Es menester expresar que, durante ese período, el INHCP nunca fue consultado por la Cancillería argentina.
Si los parlamentos de ambos países hubieran acordado esta "Poligonal", 1.057 km² del Parque Nacional Los Glaciares habrían sido cedidos al país trasandino.
Luego del rechazo parlamentario, continuaron los estudios en cancillería, la opinión pública se interiorizó aún mas del tema y las agrupaciones civiles  protagonizaron épicas manifestaciones pacificas en  El Chaltén con la firme convicción de defender la soberanía territorial. Ambos gobiernos mantuvieron su voluntad de arribar a un acuerdo.
En 1998, un nuevo documento fue suscrito por los jefes de Estado de ambos países, Carlos Saúl Menem y Eduardo Frei Ruiz-Tagle. La intervención de los Congresos derivó en la firma de un nuevo acuerdo, el 16 de diciembre de 1998, el cual en la madrugada del jueves 3 de junio de 1999, en forma simultánea, fue ratificado por el Senado argentino y la Cámara de Diputados chilena. (Ley 25110 B.O. 2/7/99).
No hubo perdida de territorio pero si compromisos bilaterales de conservar y proteger el Campo de Hielo.
Esto significó la culminación de un proceso de más de cien años; un proceso en donde los problemas limítrofes se habían constituido en fuente de recelos, de desconfianzas y de resentimientos que casi llevaron a la guerra a ambas naciones. De allí que la importancia del Tratado no está dada por la extensión de la zona a la que afecta sino por el hecho de que es la consolidación de las relaciones entre ambos países y sienta precedentes jurídicos para, a futuro, acordar cuestiones limítrofes en suelo antártico.

Hoy...

En la actualidad, El Chaltén, Lago del Desierto y su amplia zona de influencia conforman nuestro territorio nacional, es un Parque Nacional que no solo debe ser considerado un boom turístico mundial. Conscientes de la importancia del agua para el futuro del planeta, los Campos de Hielo Patagónico Austral son parte de los tesoros naturales más valiosos, basta mencionar que estos forman parte de los mayores reservorios de agua dulce, los más grandes a nivel continental; regulan las temperaturas a nivel austral y  sus fenómenos subglaciales permiten estudiar los avances del calentamiento global. Depende de nosotros preservar su belleza natural y velar nuestros derechos soberanos.

Fuente bibliográfica:

Archivo documental personal.


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